Ensoñación consciente y sueños lúcidos - parte 4

Hasta ahora hemos visto que el triángulo sagrado tiene 3 lados:

- lado blanco.- sendero místico. Representdo por la Kabalah
- lado azul.- inteligencias cósmicas o galácticas. Representado por la pirámide
- lado rojo.- lo tribal, el chamanismo, lo que vamos a tocar en este curso de ensoñación.

Las caras del triangulo sagrado convergen hacia un único punto.

Castaneda hablaba de los antiguos toltecas, brujos del segundo ciclo, y de los nuevos videntes, brujos del tercer ciclo. Los videntes del tercer ciclo ven la energía directamente.

Brujos del primer ciclo.- Hace miles de años, la brujería formaba parte de la vida cotidiana de los indios, que vivían de acuerdo con el mundo.
Brujos del segundo ciclo.- Cuando los indios fueron invadidos por otros indios, los brujos fueron perseguidos, temidos. La brujería se convirtió en furtiva. Se practicaba a escondidas. Con la conquista de los españoles, los brujos se convirtieron en linajes independientes e incomunicados. Los brujos se conocían con el nombre de nagual y transmitían su conocimiento a un único aprendiz, que era elegido por el nagual.
Brujos del tercer ciclo.- Don Juan Matus, toma como aprendiz a Carlos Castaneda.  En vez de elegirlo, Castaneda se ofrece volutario para aprender. Esto significó el fin de su linaje y el del tercer ciclo de la brujería. Castaneda conectó la brujería antigua, la del primer ciclo, con el movimiento hippie. Castaneda fue el primer brujo "voluntario".

Todo tiene un campo energético, campo mórfico o campo morfogenético, de información o de aura.

Así, por poner un ejemplo, los maestros tienen el aura dorada.

Los videntes del nuevo ciclo veían más allá, ya que los veían como esferas luminosas. Antiguamente se veían más las auras, porque los hombres tenían mucha energía.

Actualmente, hemos perdido esa energía. La energía nos daba también más años de vida. Por eso, los antiguos personajes de la Biblia vivieron tantos años. Disponían de más energía.  Es que tenían más potencial energético.

Los chamanes tenían la capacidad de ver a la gente como esferas, como una especie de huevo.

Dentro de esa esfera de luz, hay un punto más o menos luminoso, del tamaño de una pelota de tenis, llamado punto de encaje o punto de la perfección. Este punto se sitúa en medio de los omoplatos, a una distancia que se situaría en medio del brazo y los codos.